Don Nadie y Don Todo

Pues Don Nadie en ese camina y camina y busca y busca se encontró con Don Todo, Don Todo es un hombre triunfador es el clásico hombre que todo lo tiene, dinero, fama, mujeres, negocios, etc. Tiene lo que un hombre sueña, pero junto con todo eso que tiene, también tiene demasiadas preocupaciones, demasiado estrés.

Pues un día Don Nadie iba caminando y se encontró con Don Todo. Don Nadie caminaba por una calle y Don Todo iba en su automovil último modelo, cuando el primero quería cruzar la calle el segundo le aceleró a su automovil, pensando que el primero correría, sin saber el segundo que el primero no tenía miedo a la muerte y lo atropelló.

El primero cayó, un charco de sangre... El segundo se baja del automovil, lo revisa, mira al primero y se da cuenta que lo ha herido, acto seguido llama a la ambulancia, el primero despierta y lo llevan a salvarle la vida.

Pasa el tiempo... Ese fue el primer encuentro entre Don Nadie y Don Todo. Don Nadie se recuperó, Don Todo, fiel a su modo de ver la vida pagó todo a Don Nadie, éste se gastó el dinero extra de las curaciones en alcohol. Entonces como dije al principio, pasó el tiempo, Don Nadie seguía en su vida de siempre y Don Todo en la misma vida de siempre, pero quien iba a decirlo, el segundo encuentro de Don Nadie y Don Todo fue en una taberna, una cantina, un bar de mala muerte, etc... Donde el alcohol une a ricos y pobres, triunfadores y perdedores, prostitutas y ladrones, y en fin a todo mundo.

Pues ahí estaban Don Todo y Don Nadie, Don Nadie y Don Todo, contandole a todo mundo, como un día cambió uno la vida del otro y el otro la vida del uno, contandoles a los demás ebrios, a las prostitutas y a los músicos como fue que se conocieron, se odiaron en un principio y después sintieron uno mutua lástima por el estilo de vida que llevan.

Hasta aquí.

Don Nadie no ha muerto, por que Don Todo no lo ha matado.

Seguirán más historias, feas pero historias...