Soy

Es una pena sentir lo que hoy siento, pero, cada día que despierto siento que no puedo levantarme, al ver el desayuno servido en la mesa deseo no comerlo, no beber, es difícil llegar a un punto en el que sientes que ya no existe nada que te motive. Soy ese mismo que con entusiasmo cumplía con sus quehaceres.

Ya no siento lo mismo por seguir haciendo lo que sé hacer sin dificultad. Te miro a tí diariamente tan distante y tan cerca a mi cuerpo que quisiera robarte energía para poder seguir con mi camino. Sí, lo sé soy alguien patético que siempre ha buscado apoyarse en los demás, pero, ¿qué tiene de malo si así me han enseñado a vivir?

No te conviene tampoco ponerte de moralista y decirme que soy un inepto, por que durante mucho tiempo me dí a la tarea de hacer algunas tareas tuyas, tal vez ese sea también parte de mi agotamiento. Duelen mis articulaciones, duele mi cabeza, duelen mis oídos, duele mi cerebro, incluso duele mi conciencia. El dolor es fuerte pero soportable.

Es hermoso este planeta aunque sienta que me ha vencido y estoy acabado. Es bueno saber que existe la diversidad y por ello miles de problemas entre seres diversos, pero ya me cansé. He visto pasar ante mi a miles de seres, miles de seres que se piensan mejores, miles que se piensan peores y miles que ni se piensan. Todos han terminado iguales, muertos, muertos en accidentes, muertos de viejos, muertos de enfermedades, pero el fin es el mismo, el fin es el fin y el fin es morir.

Siento que he llegado al fin sin siquiera haber muerto. ¿Estoy adelantandome algo? ¿Será acaso real eso de que he llegado al fin? No lo sé. Pero cada vez que veo el espejo, veo un rostro agotado, mutilado por el tiempo y por los esfuerzos.

Soy. ¿Qué soy? ¿Qué puedo ser si pienso que he finiquitado mi existencia y quehacer dentro de este mundo? Entonces soy el Fin.