La apuesta de la dieta

Hace días me encontré con una noticia de que en nuestro ayuntamiento, algunos servidores públicos han hecho una vaquita, para hacer una apuesta sobre una dieta. Estos señores pasados de peso han hecho una estúpidez del tamaño de la casa de piedra, una cosa es que la hagan, no hay problema, pero lo que causa reacción es que lo hagan público. Que bonita situación, que mientras una ciudad o puerto o pueblo, está cayendose a pedazos, estos señores buscan como bajar la panza, buscan como verse mejor, como mejorar su salud, en lugar de ponerse a hacer para lo que los eligieron los votantes, representarlos, trabajar por ellos.

Trabajar es lo que deberían hacer estos señores en lugar de andar juntando dinero para que se lo gane quién más pierda kilos. Eso señores, es una mentada de madre a la sociedad guaymense. Es una falta de respeto, pienso yo que no hay cosa más importante que hacer en el ayuntamiento y estos señores se ponen a pasar por la báscula.

Existen colonias en las cuales no hay agua, por las calles hay ríos de drenaje, en otras colonias existen fugas de agua, la inseguridad está al borde de la locura, por no seguir hablando de verdaderos problemas que estos señores debieran combatir. Estas personas no merecen estar ahí, estas personas no piensan en hacer algo por este pueblo, estas personas no quieren este sitio. No critico el hecho de que quieran salir adelante, pero pueden salir adelante económicamente y también obtener el reconocimiento de la gente que los eligió y de la que no los elegimos también, ¿cómo? muy fácil papá haciendo su trabajo. Pero no.

Tengo entendido que también nosotros como sociedad debemos poner nuestro granito de arena y una actitud buena ante las autoridades, pero con cosas como estas pues está canijo, está color de hormiga, está cabrón. No sé que piense nuestro actual alcalde de todo lo que tiene a su alrededor, no sé que piense de todo lo que ha pasado en su administración en los meses que lleva ocupando su cargo. No sé realmente si piense él que las personas que están con él, en lugar de ayudarlo en sacar adelante lo que se propone, solamente le están perjudicando con notas como estas.

César Adrian Lizárraga Hernández durante su campaña le dijo a la gente que él era gente del barrio, del pueblo, de la gente luchona que batalló para llegar a donde está, haciendo pensar a todos que como era de "los de abajo" apoyaría realmente los problemas que tiene Guaymas, nunca se imaginaron que los mandaría por un tubo y se pondría de lado de los que en un principio la gente que votó pensó que sacaría de la casa de piedra, pero no, simplemente se amarraron acuerdos por lo oscurito, como las clásicas prácticas que hacían los de siempre.

En fin César, mucha gente piensa sinceramente que estás desaprovechando lo que en su momento tuvo la señora Sara Valle, la oportunidad de que un ciudadano común y corriente llevara las riendas de este puerto por el bien de este puerto, no por el bien de unos cuantos.