Los Pediches

Hoy me tocó vivir algo que realmente me molestó, desperté y me dirigí a tomarme unas fotos que debía entregar en las oficinas de la empresa en la que laboraré. Iba en el transporte urbano (alla madre, por no decir cafeteras andantes o chatarras, camiones zombies, o ataudes ambulantes) iba pensando en qué me dirían, en la peda de anoche y la cruda que traigo. En eso se sube un señor, la gente iba con su tema, platicando todo mundo con todo mundo, el señor comenzó a llamar la atención de los pasajeros.

Señores pasajeros, señores pasajeros gritaba el señor. Solicitó la ayuda de todos los pasajeros por que tenía a su hijo en el hospital general y tenían que operarlo, le faltaban $300.00 para acompletarse, por eso estaba buscando la ayuda de la gente. Yo pensé en darle unos pesos, pero en eso pensé que pues esos pesos también los necesitaban en casa, pues la situación está bien canija, mejor me reservé los pesos.

Sucede que nos bajamos juntos, donde mismo, yo me bajé y por casualidad miré al señor, estaba contando las monedas, pensé que ojalá juntara lo suficiente para ayudar a su hijo y que pobre hombre, lo que era capaz el amor de un padre. En eso al señor se le cae una moneda, entonces el señor la pisó, la juntó y lo seguí observando. Contaba las monedas, contaba las monedas, en eso lanzó al suelo los centavos, monedas de 10 centavos, 20 centavos y 50 centavos fueron a dar al suelo, el señor los escondió en el borde de la banqueta.

Lo estaba observando y pensé que el viejo era todo un hijo de puta, esos centavos que les quitó a las personas no deben ir al suelo, bien puede cambiarlos, ahí comprendí que ese cabrón miente, ese es un hijo de puta que miente, espero a quedarse solo. El muy cabrón pide y tira los centavos. Que bonita chingadera, por eso nunca me gusta andar dandoles dinero a la gente que se sube a pedir a los camiones.

Deberíamos hacer un frente a los pediches. No a los pediches, que se pongan a chambear.