
Al llegar miré que las olas eran un desmadre, estaba muy alebrestado y mejor decidí no meterme y echarme unas solesitas de media en la orilla. Una tarde muy relajante. Es bonito ir a disfrutar de lo que tenemos cerca, mucha gente que aquí vive no se da cuenta de lo que tiene. Veo a los norteamericanos aprovechar la naturaleza y nosotros realmente no lo hacemos. Solo lo ensuciamos, lo despreciamos y no lo valoramos.
Aprovechen lo que tienen cerca y cuidenlo, lo que pueden gastarse en ir a Cancún o qué sé yo, mejor dejenlo aquí.
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