Le doy gracias, infinitas gracias a todos y cada uno de los que piensen que ser sincero es bueno, pero aún más les agradezco a aquellos a los que mi sinceridad les molesta a tal grado de censurarme. ¿Por qué? Muy sencillo, todo acto de censura ante algo dicho, quiere decir que lo que se dijo está bien dicho y ha causado algún estrago en la persona o quizá tan solo incomoda, a tal grado de decir: No dejen que publique.
Lo más curioso es que, aún desafanando a la persona negativa, se siguen haciendo pedazos. Y algunos hablan de buenos deseos cuando solo buscan protagonismo. Ese es el pedo, muchas personas son muy astutas y tienen un alto grado de persuasión, utilizan cualquier artimaña para tomar trampolines que en su momento comenzaron como sinceras muestras de valor civil y moral, convirtiendolas en nada. Esto viene a colación por algo que me ocurrió hace poco. Pensé que con mi cese de ese lugar las cosas se pondrían bien. Pero no lo han logrado y no lo lograrán, por que algunos sacaron las uñas, incluso una persona a la que yo le tenía bastante estima, al final político él.
Siempre que se juntaban pensaba que no era buena idea ir a sus reuniones por que podría incomodar con mis anecdotas distintas y ocurrencias algo pasadas de tono. Hoy me doy cuenta que fue una excelente idea no conocerles en persona cuando por la red me bastó para darme cuenta que no valen la pena.
Gracias.
1 comentario:
que onda amigo! paso a saludarte rapidamente para avisarte que ya estoy de regreso y que en estos dias me pongo al corriente en tu blog, veo que ya lo has actualizado ultimamente, asi que no dudes que andare aqui comentando lo que escribas. Saludos! Me voy a trabajar!
Publicar un comentario